Otra visita destacada era al Monte Popa. Aproximadamente a 60 Km . de Bagan lo que nos llevo cerca de 2 horas la ida y algo menos la vuelta por una camino que sería lo equivalente a una carretera comarcal española, pero con baches.
En ese viaje descubrimos que había peajes, es decir una barrera donde había 4 ó 5 personas (una cobraba, pero el coche no paraba solamente reducía la marcha, Otro apuntaba la matricula del coche, un tercero levantaba la barrera con una cuerda desde una silla y los otros dos pues descansaban…). A mitad de camino pinchamos y paramos en una “destilería” de coco en la cuneta de la carretera, aprovechamos mientras cambiaban a pulso el neumático (si, a pulso, entre tres o cuatro levantaron la furgoneta y luego pusieron piedras hasta que cambiaron el neumático) para ver como cultivaban los cocos, y lo trabajaban hasta hacer orujo de Coco, usando bueyes, hornos y mucha gente, todo a mano y con una producción ridícula, 3$ una botella de 500 ml. con funda de hojas de coco. Mientras tanto nos ofrecían té, pastas…
Continuamos el viaje y en un pueblo, con buena pinta (luego nos dijo el guía que era un pueblo rico por que pasaba la carretera principal y tenían comercio) paramos a arreglar el pinchazo (bueno, dejamos la rueda y a la vuelta la recogimos, pero yo juraría que no era la misma), allí compramos azafrán (5 bolsitas de polvo de cómo
Seguimos el camino y llegamos a las montañas, la furgoneta parecía por las cuestas que se iba a calar y caer a trozos pero poco a poco iba coronando cuestas.
Llegamos a Monte Popa pueblo ( Un antiguo volcán extinto ) y allí vimos un pedazo cerro que sobresalía de una meseta y a la que había que subir por escaleras (unos 25 minutos de subida) llenas de monos. Claro había que subir descalzo y los monos no miran donde hacer sus cosas, así que con una mano en el arambol y la vista mirando al suelo para no pisar nada comenzamos a subir. La verdad es que estaban bastante limpias ya que cada tramo había una persona limpiando (Money for cleaning), la subida se hizo larga, el templo arriba no vale la pena, es bastante feo, pero las vistas son maravillosas. A la vuelta el guía nos comento que si queríamos subir a la montaña mas alta de la zona (realmente solo hasta el resort de lujo que se encuentra en la ladera de esa montaña y desde donde comienzan las rutas de trekking de la zona), desde allí las vistas eran aún mejor y el Monte Popa quedaba por debajo de nosotros.
Comimos en un restaurante local, comida local (cabra, pollo, con miles de verduras desconocidas y variedades de picantes y currys ), los cuatro por 13$ pero la verdad es que a mi me costo un poco mas encontrar el sabor de las cosas. A la vuelta vimos una fabrica de lacado, todo muy bonito, artesanal y muy caro ( el proceso es largo, laborioso y delicado) pero la verdad es que a nuestros ojos podrían ser del chino de la esquina, aún así que nos permitimos un pequeño lujo por que sabíamos el trabajo que tienen.